Encaje de bolillos Almagro
Sin duda, uno de los elementos que definen la imagen y la historia de Almagro en el resto de España y que se asocia a nuestra villa en el imaginario colectivo es el encaje de bolillos.
Pese a que esta actividad textil tan tradicional, hermosa y artesana ha visto reducida su práctica, aunque cuenta con una gran protección por su valor etnográfico y cultural.
Almagro Siglo XVI
La tradicional visión de las encajeras sentadas en la calle al calor de los primeros rayos de sol de la primavera es un clásico. De hecho, nuestra localidad tiene su propio monumento homenaje a la encajera en forma de estatua, a cargo de León Herrera, en la que se ve a una mujer afamada en el repiqueteo de los bolillos y tan concentrada en su labor que parece real por momentos.
La práctica del encaje de bolillos se estima que comenzó a popularizarse en Almagro en el siglo XVI. Los expertos no se ponen de acuerdo acerca de los orígenes concretos de esta artesanía textil en la que los hilos enrollados en los bolillos (de lino, seda, lana, algodón y ocasionalmente plata, por ejemplo) dan lugar, por ejemplo, a hermosas mantillas de espectacular diseño.
En el siglo XIX se convirtió en el centro de producción manufacturera de encaje de bolillos y blondas más importante de toda España. Los elementos definitorios del encaje son los siguientes:
Las almohadillas, a modo de superficie de trabajo sobre la que las encajeras manipulan los bolillos y en el que se sitúa el patrón o dibujo.
Los bolillos, de madera de pino u otro material, que permiten ir enrollando los hilos.
Alfileres de sujeción.
Hebras.
La importancia cultural del encaje de bolillos
Pasada ya la trascendental importancia del encaje de bolillos como industria económica, esta práctica es ahora un atractivo turístico y cultural de primer orden. De hecho, en Almagro existe desde el año 2004 el ‘Museo del encaje y la blonda’ junto a la Plaza Mayor, que recoge las técnicas, historia y tradición de esta práctica que, incluso, dedica el 14 de junio de cada año a conmemorar la labor de las abnegadas mujeres que, durante años, se dedicaron a mantener viva la tradición.
El encaje, su historia y tradición es uno más de los atractivos turísticos de nuestra localidad. No dejes de visitar el museo si vienes de turismo. Debes incluirlo en tu itinerario de visitas.
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